Locomociones

El día lunes fue uno de esos en los que hubiera preferido no salir de mi cama. O más bien, no debí de haber salido a tomar. Pero era el cumpleaños de una amiga, qué podía yo hacer?

1.- Asisto a casa de Pamela, quien tenía preparadas unas ricas viandas con sazón argentino, cerveza (Indios y Bohemias) y buen vinito. Amigos, música, buen rollo.

2.- Salgo de casa de Pamela para dirigirnos al Celtic's, bar estilo Irish Pub ubicado en la condesa sólo para darme cuenta que mi carro tenía un golpe (bien dado) en la puerta del copiloto.

3.- Llego al Celtic's y me la paso a gusto escuchando buen rock y buenos covers de Los Beatles (cada lunes tocan estos compadres, amigos de Pame, argentinos también).

4.- Salgo "medio tomado" del bar y camino a mi coche, que estaba como a dos cuadras del lugar. Ya ven que en el D.F. estacionarse cerca de cualquier lugar es prácticamente imposible.

5.- Se me acerca una patrulla. Como buen ciudadano trato de alejarme, pero esto les pareció "sospechoso" y me paran para decirme que me van a registrar.

6.- De mala gana acepto la revisión. Me dejan ir sin problemas.

7.- Llego a mi casa (que está como a 5 minutos del Celtic's) y que me doy cuenta que no traía mi celular.

8.- Voy al OXXO a comprar una tarjeta Ladatel para llamar a mi número, mismo que ya está apagado.

9.- Pienso "hijos de puta, malditos policías rateros muertos de hambre culeros mal nacidos".

10.- Como el OXXO quedaba a 1 cuadra de mi casa se me hace fácil aventarme esa cuadra en sentido contrario.

11.- Una patrulla se percata de mi falta y me pide una mordida a cambio de no llevarme a los separos y mi coche al corralón.

12.- Llego a mi casa y pienso, "Chale, que bueno que ya acabó el día".

Alito, indignado por la corrupción de la policía capitalina.