Ironía Sanitaria

No hay mucho que se pueda esperar de un baño de gasolinera, de cajón ya sabes que jamás encontrarás papel de baño o jabón. De hecho es tan poco lo que se puede esperar que en casos de emergencia, es fácil hacerse a la idea que el baño está cerrado con llave. Casi siempre las paredes estan chamagosas, algunas veces hasta con cubierta de chocolate amargo, el piso invariablemente siempre está mojado y el olor es pestilente. Sin embargo eso no es nada porque aunque nunca he entrado a un baño de mujeres me imagino que ahí sí siempre hay codazos, mordidas, patadas, sangre, sudor y lagrimas.

Total que ayer, eran como las nueve de la noche y estabamos dando vueltas por la ciudad cuando finalmente el efecto diurético de las chelas surtió efecto.

- Guey, ya no aguanto... aunque sea aquí me bajo.

- No mames, no me puedo estacionar aqui en plena glorieta... aguanta ahí hay una gasolinera.

Al llegar a la puerta leí "Deposite $2 pesos". En un comparativo costo-beneficio sabía que me quedan a deber como $1,998 pero ni modo, la naturaleza llamaba. Entre al baño y sin sorpresa alguna era un baño asqueroso. Sin lugar a dudas la fuente de la Minerva era demasiado pedir y me tuve que consolar con ese mugriento migitorio.

Hasta que levante la mirada y comprendí que en este mundo hay genios que no caminan, sino que más bien flotan como unos 30cm por encima del suelo donde caminamos el resto de los mortales.

 

1 comentarios:

El Roger dijo...

jajajajajaja yo he visto cada cosa en los baños, "cuidemos los baños publicos señores no sabemos cuando nos agarre el seguidillo"

Saludos